Por primera vez en cuatro meses, la diputada alcanza un 20 por ciento de las intenciones de voto, según el sondeo de OpinionWay-Kéa Partners para el diario especializado en economía Les Echos, que sitúa a Macron con un 28 por ciento, a solo 18 días de los comicios.
También el resumen de encuestas del Instituto Francés de Opinión Pública (IFOP) sugiere una segunda ronda, el 24 de abril, entre la principal figura de Agrupación Nacional y el jefe del Estado, escenario que de materializarse reeditaría el duelo de las presidenciales del 2017.
De acuerdo con el IFOP, Macron sigue estable en un 28 por ciento de apoyo electoral, mientras Le Pen mejoró un punto y marcha con 19,5, con una ventaja clara pero no decisiva sobre el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, quien repunta en las encuestas con entre un 13,5 y un 15 por ciento.
Para los entendidos, la representante de la extrema derecha recuperó terreno con la moderación de su discurso, y sobre todo con la promesa de recortar el impuesto TVA (Tasa sobre el Valor Añadido) del combustible, el gas y la electricidad, llevándolo de un 20 por ciento actual a un 5,5.
En tiempos de aumento en los precios del sector energético y de incertidumbre sobre su futuro ante el conflicto en Ucrania, enamora la estrategia impulsada por Le Pen, en un país en el cual seis de cada 10 votantes fijan como prioridad la cuestión del poder adquisitivo y la pérdida del mismo.
Según el vicepresidente de OpinionWay, la candidata va en camino de constituir un bloque de captación de los franceses descontentos y molestos con la situación.
También Mélenchon parece capitalizar la insatisfacción ciudadana, en particular dentro del ala izquierda de la política, aunque el diputado busca convencer a electores indecisos y a los que expresan su rechazo al sistema mediante la abstención, la que algunos sondeos estiman en un cuarto de los alrededor de 48 millones de votantes.
Macron mantiene su ventaja y el favoritismo en las encuestas, pese a que su programa de reelección, lanzado el jueves pasado, no luce convincente como esperaba el oficialismo, a juzgar por un estudio de opinión publicado ayer por el canal BFM TV.
La pesquisa del instituto Elabe mostró que seis de cada 10 entrevistados no encontraron satisfechas sus expectativas en tiempos de crisis en el proyecto del mandatario, quien lo centró en el dominio de la soberanía y la independencia de Francia en sectores como el agrícola, el energético y la defensa.
Sin embargo, muy pocos en suelo galo dudan de que el presidente encabezará los resultados en la primera ronda del 10 de abril y de que llegará a la segunda con la etiqueta de favorito.
La encuesta de OpinionWay-Kéa Partners sugiere que Macron seguirá otros cinco años en el Palacio del Elíseo, aunque en el balotaje ganaría a Le Pen con el 56 por ciento de los sufragios, 10 puntos menos que hace un lustro.
De momento, los sondeos indican que Francia luce como una batalla entre tres por el máximo cargo ejecutivo, a partir del terreno cedido en las últimas semanas por el ultraderechista Éric Zemmour y la conservadora Valérie Pécresse, pero nada está aún escrito.
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