De acuerdo con el informe oficial de Minsa y Senafront, hasta el 1 de abril las maniobras Mercurio III en las que participan tropas del Comando Sur y también unidades del Servicio Nacional Aeronaval (Senan), pretenden reforzar la capacidad de respuesta ante un desastre natural en el istmo.
La tercera edición de esta operación, -la primera fue en diciembre de 2019- incluye acciones en la localidad de Sambú, en la comarca indígena Emberá-Wounaan, zona de difícil acceso en la selva de Darién, fronteriza con Colombia y escenario de la migración irregular que el pasado año llegó a unas 133 mil personas en su ruta hacia Estados Unidos.
Según las instituciones gubernamentales, en las jornadas ejecutarán giras médicas, el traslado de un hospital de campaña y también de materiales para la construcción de escuelas y viviendas.
El jefe de operaciones de emergencia del Minsa, Ricardo Hughes, indicó al diario La Estrella de Panamá que la operación garantizará la atención primaria de las comunidades, además de prestar servicios de odontología y verificar allí la situación epidemiológica y la marcha de la vacunación antiCovid-19.
También comprobarán el desplazamiento de unidades médicas móviles de emergencia , donadas por el norteño país, en respuesta ante posibles desastres naturales y los resultados deberán ser informados a Washington y a la Organización Mundial de la Salud para su certificación.
En las maniobras participan efectivos de la Fuerza de Tarea Bravo de los Estados Unidos, entre ellos, unos 150 médicos.
Otras fuentes aseveraron que el ejercicio incluirá operaciones de vuelo con helicópteros norteamericanos modelo CH-47 y UH-60.
La víspera, organizaciones sociales repudiaron en las redes sociales que tropas del Ejército de Estados Unidos violaron la soberanía de Panamá, e ingresaron con armamento al Aeropuerto Internacional Enrique Malek, de la occidental provincia de Chiriquí.
Moradores de la isla de Taboga, en el golfo de Panamá, a unos 20 kilómetros de la capital, también denunciaron la violación del espacio aéreo, al observar aviones de guerra surcando los cielos del istmo, lo que trajo a la memoria la invasión militar del 20 de diciembre de 1989, con saldo de miles de muertos y desaparecidos.
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