Basta recorrer la esquina de las calles 13 y 8 del reparto Vista Alegre, en esta ciudad, para apreciar el ajetreo que devolverá el esplendor al añejo inmueble donde ha radicado al ente cultural desde su surgimiento y, por tanto, el comité organizador del Festival Internacional del Caribe.
Devenida una suerte de santuario de la cultura popular tradicional, eje del quehacer de este colectivo de trabajadores, especialistas e investigadores, la Casa acogió en el recinto consagrado a las religiones populares, que es parte del conjunto, al Coloquio en homenaje al fundador, Joel James.
En junio próximo será la celebración de las cuatro décadas, a la par que se prepara la nueva edición de la Fiesta del Fuego, una cita que bajó notablemente su perfil en los dos últimos años debido a la necesidad de su realización mayormente virtual, a raíz de la Covid-19.
No obstante, se mantuvieron determinadas actividades con carácter presencial, principalmente el colofón con la Quema del Diablo en la comunidad de Barrancas, en el municipio de Palma Soriano, con una fuerte impronta de la cultura haitiana.
Precisamente, en ese enclave de alto valor patrimonial fueron evocados los 110 años de fundación, con el aporte audiovisual para las redes sociales del especialista en comunicación y realizador Víctor Manuel Sigué.
La institución se sumó también a la recordación del actor Rogelio Meneses, cuya huella fue resaltada durante el XXI Festival de teatro Máscara de caoba, en el cual se dedican miradas al Teatro de Relaciones, una manifestación de hondo calado décadas atrás en esta ciudad.
Las contingencias derivadas de la pandemia quebraron la continuidad ininterrumpida del Festival, que desde 1981, un año antes de fundarse la Casa, inició un empeño de resistencia cultural frente a fenómenos naturales, inestabilidad política en la región y otros avatares.
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