En 2019, previo a la pandemia, el 32 por ciento de la población mundial carecía de acceso a servicios esenciales de salud según dos informes complementarios publicados por la Organización Mundial de la Salud y el Banco Mundial el 12 de diciembre de 2021, con motivo del Día de la Cobertura Universal de Salud.
A esa realidad se suman las personas que erogan más del 10 por ciento del ingreso familiar al pago por servicios de salud, cuyo número pasó de 579 a 996 millones entre 2000 y 2017, según la edición 2021 del “Seguimiento a la Cobertura Universal de Salud” elaborado por ambas organizaciones.
Previo a la pandemia de Covid-19, el mundo estaba muy lejos de alcanzar el objetivo 3.8 de la Agenda 2030 de la ONU para el Desarrollo Sostenible, dirigido a lograr la cobertura sanitaria universal, señaló y la meta adicional de incorporar a mil millones de personas más en esa categoría para 2023, precisó ese estudio.
La emergencia sanitaria, indicó el informe, provocó significativas interrupciones en el suministro de servicios esenciales de salud, mientras la creciente pobreza y la reducción de los ingresos seguramente incrementarán las barreras financieras para acceder a la atención pagada.
En ese sombrío panorama destella Cuba con su sistema nacional de salud gratuito, universal, de calidad y eficacia demostrada durante años y más recientemente en el enfrentamiento a la Covid-19 con medicamentos, vacunas propias y la mano tendida a otros países.
El nivel alcanzado por la isla en esos campos es más meritorio tomando en cuenta su condición de país pequeño sometido durante más de sesenta años al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos.
Inspirada en ese ejemplo, la Asociación Cultural Confraternidad de San Ambrosio, organización con sede en la ciudad italiana de Milán, otorgó la Medalla al Mérito, en su clase de Oro, al Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias “Henry Reeve”.
En declaraciones a Prensa Latina, el presidente de esa organización, Guido Broic, exaltó los logros del sistema de salud de Cuba.
Lo primero que debemos subrayar es que la salud de todos los pueblos y las personas no es un bien negociable ni debe estar al servicio de decisiones de cualquier tipo, sino un derecho inalienable, expresó.
Aquí en Italia, dijo, tuvimos el placer y el beneficio de contar, inmediatamente, al inicio de la gravísima pandemia de Covid-19, con la ayuda directa, desinteresada, libre, del Contingente Henry Reeve.
Se habla siempre del hecho que la salud cuesta y que existen razones económicas en la salud, pero yo quisiera subrayar que Cuba, país golpeado por un bloqueo durante décadas, cuenta con indicadores a la altura de los de países europeos, resaltó Boich.
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