De acuerdo con el presidente director general de la poderosa empresa, Yves Claude, dejar ese mercado sería asumible «en el plan económico, pero no desde el humano».
Estamos posicionados allí y pensamos en un período de fuerte inflación ayudar a proteger el poder de compra de las personas y de nuestros empleados, un 40 por ciento de ellos accionistas, precisó en declaraciones al semanario Le Journal du Dimanche.
La presión en occidente aumenta sobre las compañías que mantienen sus negocios en Rusia, después de que lanzara el 24 de febrero una acción militar contra Ucrania, esgrimiendo la agresividad de Kiev hacia las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, cuya independencia Moscú reconoció.
En una intervención por videoconferencia ante los senadores y diputados de Francia, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, llamó a un boicot contra Rusia, y mencionó a Auchan entre las empresas galas que mantienen operaciones en ese país, acusándolas de cómplices de Moscú.
Es muy fácil criticarnos, pero nosotros estamos allí y actuamos por la población civil, dijo Claude.
Auchan cuenta con 232 mercados y ofrece ventas en línea, actividades con las que garantiza 30 mil empleos en suelo ruso, donde lleva dos décadas.
La entidad pertenece al grupo de la asociación de la familia Mulliez, una de las más ricas de Francia, el cual incluye además a las empresas Leroy Merlin y Decathlon, las cuales siguen también en Rusia.
Occidente y algunos de sus aliados intentan estrangular al país euroasiático con sanciones, congelación de activos y otras medidas.
Moscú insiste en que sus reclamos de garantías de seguridad fueron ignorados, a partir de la utilización de Ucrania para tratar de expandir a la OTAN aún más hacia el este de Europa, acentuando el cerco militar sobre Rusia.
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