En la sureña ciudad de Marsella, el líder de La Francia Insumisa y tercero en las encuestas, Jean-Luc Mélenchon, llamó a sus seguidores a creer en la victoria en las urnas, con un discurso centrado en temas sociales para tratar de convencer a los millones de indecisos.
De acuerdo con el diputado, ya es hora de ponerle fin a “un bla bla sin fin de odio religioso, de grupos humanos señalados a dedo y de una obsesión paranoica de querer filmar a todos y archivar a todos”.
Hablemos de lo que nos importa, del cambio climático, de la educación, de la salud y de comer mejor, dijo.
Mélenchon afirmó que su triunfo es esta vez posible, después de las candidaturas en 2012 y 2017, en unos comicios para los cuales los sondeos lo sitúan con un 14-15 por ciento, por detrás del presidente Emmanuel Macron (28) y de la representante de la extrema derecha Marine Le Pen (20).
Por su parte, el también ultraderechista Éric Zemmour, cuarto con un 11 por ciento de las intenciones de voto, abogó en la emblemática plaza parisina de Trocadero por el optimismo y la convicción de los franceses en torno a su figura, y por dejar atrás “el desespero, la debilidad y la sumisión”.
A su juicio, el tiempo apremia, una convocatoria que dirigió en particular a los patriotas, a los Republicanos (conservadores) y a los partidarios de Agrupación Nacional, el movimiento liderado por Le Pen, ante lo que consideró el peligro de la ruina de los trabajadores y del reemplazo de la clase media.
Desde diversos sectores de la política, Zemmour recibió críticas por “permitir” que una parte de los presentes en el acto coreara “Macron asesino”.
En Toulouse, el secretario nacional del Partido Comunista, Fabien Roussel, demandó un voto útil para abrir un nuevo capítulo en el país.
Ustedes los obreros, artistas, enfermeros, comerciantes, policías, bomberos y empleados de la gran distribución son lo mejor de Francia, expuso el aspirante ubicado séptimo en las encuestas, con 4,0 por ciento de respaldo.
Roussel aseguró defender el salario digno de los trabajadores.
También en París, al igual que Zemmour, el candidato ecologista y sexto mejor situado, Yannick Jadot, estimó que los votantes tendrán el 10 de abril la oportunidad de optar entre la ecología y el liberalismo tecnocrático.
Entre sus promesas si gana en las presidenciales, subrayó más atención al clima y al empleo y no dejar a nadie abandonado.
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