Al presentar las memorias correspondientes al pasado año, la magistrada manifestó cómo la institución que dirige “cuenta con autonomía funcional, administrativa y presupuestaria, un sistema de carrera paralelo a la judicatura y garantías institucionales, las cuales permiten su autogobierno de forma análoga al Poder Judicial”.
Asimismo, precisó que la autonomía dada por la Constitución al MP se complementa con la Ley Orgánica, la cual no deja espacio para instrucciones o interferencias del ejecutivo en la investigación penal y ejercicio de la acción pública.
Explicó que ese órgano de justicia atraviesa por cambios sustanciales que van desde una autonomía reforzada hasta una persecución penal más estratégica e inteligente con respecto a los grandes crímenes y delitos.
Y apuntó que uno de los objetivos más importantes de su mandato fue impulsar una gestión operativa para fortalecer la investigación y la persecución y, al mismo tiempo, el acceso a la justicia, la atención a víctimas y el ofrecimiento de los diferentes servicios generales.
En su intervención Germán recordó que dentro de las principales exigencias de la sociedad está la persecución con mayor énfasis de la corrupción administrativa y dijo: «nunca antes se había evidenciado una mayor determinación en garantizar que los bienes públicos no sean sustraídos del Estado y los autores sean traducidos a la acción de la justicia».
Finalmente, lamentó el hecho de que “el procurador general carezca de protección institucional para la permanencia en el cargo, dependiendo de la buena voluntad de quien le nombra”, lo cual calificó como una debilidad institucional de República Dominicana.
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