También el diario Sabah, de Turquía, dio a conocer la llegada la víspera del avión con la comitiva rusa a esa urbe, mientras la oficina del presidente Recep Tayyip Erdogan anunció que las conversaciones comenzarán a las 10:30, hora local, sin asistencia de prensa.
Ayer, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, señaló que las próximas conversaciones son importantes, pero es temprano para declarar sobre posibles avances.
“Por el momento, no podemos y no hablaremos sobre el progreso”, dijo el representante del Kremlin.
Destacó que el formato presencial permite realizar negociaciones más concentradas y ricas en contenido. “Pero al día de hoy, lamentablemente, no podemos afirmar ningún logro o avance significativo”, comentó.
Las consultas ruso-ucranianas comenzaron el 28 de febrero en la región belarusa de Gómel, y continuaron el 3 y el 7 de marzo en la reserva natural de Bialowieza, también en ese país.
El 10 de marzo los cancilleres de Rusia y Ucrania, Serguéi Lavrov y Dmitri Kuleba, se reunieron en la ciudad turca de Antalya, ante la presencia de su homólogo de esa nación, Mevlut Cavusoglu.
En declaraciones a prensa el pasado 25 de marzo, el jefe de la representación de Moscú y asesor presidencial ruso, Vladimir Medinski, comentó que las conversaciones siguen sin avances en los temas clave, mientras las posiciones se acercan en temas menores.
Resaltó que Moscú insiste en la firma de un tratado integral que, además del estatuto neutral de Ucrania y sus garantías de seguridad, establezca una serie de cláusulas que son fundamentales para la nación euroasiática.
Indicó que estas prioridades son la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania, la definición del estatuto y el reconocimiento de Crimea y las repúblicas populares de Donbass.
En su opinión, las autoridades ucranianas no deciden nada por sí mismas y, por lo tanto, deliberadamente prolongan las negociaciones para realizar consultas con “muchos centros de toma de decisiones”.
Medinski consideró que el estado actual de las negociaciones “no infunde optimismo”, por lo que no comparte las declaraciones de la delegación ucraniana sobre “grandes avances”.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En su discurso para informar sobre el inicio del operativo, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
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