Durante la presentación de un estudio sobre la capacidad de las comunidades de pastores para responder a las catástrofes, Masaza dijo que la crisis provocó el agotamiento de las fuentes de agua.
Como consecuencia de la falta de líquido murieron 46 mil 28 vacas, 21 mil 46 ovejas, 21 mil 70 cabras y dos mil tres burros, precisó el funcionario.
Varios investigadores destacaron que la educación de las comunidades de pastores permitió hacer frente a catástrofes como enfermedades e inundaciones.
«Instamos a los responsables políticos a que empiecen a valorar, reconocer e incorporar dicha educación en la elaboración de políticas del país», dijo el responsable de cambio climático y medio ambiente del Foro Pingos, Gidion Sanago.
Las mayores víctimas del cambio climático son las mujeres y los niños, según la responsable de género y desarrollo comunitario del Foro, Nailejileji Tipap.
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