Situados al sureste de la ciudad de Fomento caracterizan al municipio del que reciben su nombre y presentan una cadena de elevaciones, constituidas por rocas volcánicas, brechas y calizas del periodo Cretácico.
Sobresalen dos símbolos naturales, Piedra Gorda –la más apreciada por los fomentenses- y el Pico Husillo, este último en forma de aguja y cilindro, según los tendidos.
De acuerdo con datos consultados, en el área encuentran su hábitat 287 especies de plantas, de las cuales 33 son endémicas, entre las que se destaca el Melocactus guitartii, endémico local en peligro de extinción, cuyo nombre común es erizo de costa.
Fueron declarados en 1993 Monumento Local y Sitio Natural, dada sus características geomorfológicas, variedad de especies amenazadas y hermosura natural.
Especialistas de diferentes disciplinas coinciden en afirmar que presenta un ecosistema de poca representatividad en el territorio nacional, pues tiene rasgos de integridad, naturalidad, rareza y altos valores paisajísticos.
Así lo señala la historiadora e investigadora María Antonieta Jiménez en el libro Monumentos Nacionales y Locales de Sancti Spíritus, a cargo de un colectivo de autores.
Jiménez indica en el citado texto que desde finales de la década del 40, del pasado siglo, se han encontrado piezas arqueológicas, evidencias de que el sitio estuvo habitado por aborígenes.
Fue escenario, puntualiza, de combates durante la batalla librada por el Ejército Rebelde contra el régimen de Fulgencio Batista, así como en la denominada Lucha Contra Bandidos.
Los emblemáticos cerros están enclavados en el área protegida con el nombre de Reserva Florística Manejada Lomas de Fomento, la cual se distingue por las singulares características de esas elevaciones de origen volcánico que se pueden admirar desde distintos lugares.
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