De acuerdo con un comunicado de esa entidad, Barhoumi fue trasladado a Argelia, después de que las autoridades de esa nación dieran garantías de un “trato humano” a su llegada y la imposición de medidas de seguridad para mitigar el riesgo de que pueda ser una amenaza en el futuro.
El requisito humanitario sorprende a muchos pues durante años, expertos de Naciones Unidas y organizaciones de diferentes partes del mundo denuncian las torturas y tratos crueles en la ilegal Base Naval de Guantánamo.
La repatriación de Barhoumi, de 48 años, fue acordada durante el mandato del expresidente Barack Obama (2009-2017), pero se retrasó.
El argelino fue capturado por Estados Unidos en marzo de 2002 en Pakistán al ser sospechoso de terrorismo, y fue trasladado al penal de Guantánamo, donde nunca fue juzgado.
Precisamente, ese mismo año supuestamente Washington confirmó su vinculación con varios grupos extremistas.
No obstante, según un informe de la junta de evaluación de la cárcel redactado en 2016, una investigación concluyó que Barhumi no pertenecía ni a la red terrorista Al Qaeda ni al movimiento fundamentalista afgano de los talibanes.
Ese mismo informe recomendó su liberación tras ocho años de intentos para imputarle delitos de terrorismo.
Barhumi se declaró en 2012 culpable de «cualquier cargo» del que fuera acusado a cambio de recibir una sentencia concreta y regresar junto a su madre enferma, explicó a la cadena CBS su abogado, Sayana Kadidal, miembro del Centro para los Derechos Constitucionales.
El Gobierno estadounidense le debe a él y a su madre años de sus vidas, subrayó y manifestó alegría por que pueda estar en casa con su familia, “pero voy a echar mucho de menos su constante buen humor y empatía por el sufrimiento de los demás en el ambiente absolutamente deprimente de Guantánamo».
De acuerdo con datos oficiales, desde que Joe Biden asumió la Casa Blanca en enero de 2021, tres presos de Guantánamo dejaron la prisión -incluyendo a Barhoumi- y otros 37 permanecen en ella.
En reiteradas ocasiones, relatores independientes de la ONU solicitaron a Washington que cierre el ilegal centro carcelario en Guantánamo y regrese a los detenidos a sus hogares o a terceros países seguros.
Además, esos expertos condenan los abusos cometidos en ese centro penitenciario en un territorio que ocupa de forma ilegal Estados Unidos en Cuba.
Por medio de un comunicado en enero pasado, los relatores independientes del organismo multilateral señalaron que en esa prisión se cometen violaciones implacables y continuas de las garantías fundamentales de los detenidos.
A 20 años de la llegada de los primeros detenidos a la ilegal base estadounidense en Cuba, los relatores rechazaron las detenciones arbitrarias sin juicio y las torturas o malos tratos perpetrados en ese centro.
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