En un comunicado firmado por ocho mil 100 comités de empresa, que representan a 2,4 millones de trabajadores de más de 3 mil 600 entidades, el mayor sindicato alemán pidió a las autoridades una reducción temporal de los impuestos sobre la electricidad y el gas.
Además, llamó a establecer un límite en los precios del gas para un consumo de hasta 8 mil kilovatios hora.
El presidente del IG Metall, Jörg Hofmann, culpó a la especulación por la subida de los precios de la energía y exigió al Gobierno que se ponga fin a la manipulación de estos montos, los de las materias primas y los de los alimentos».
A mediados de marzo, el Consejo de Ministros dio el visto bueno a un proyecto que contempla ayudas y alivios fiscales para enfrentar este incremento, por un costo al fisco de cuatro mil 500 millones de euros aproximadamente.
La medida incluye que los ingresos anuales hasta 10 mil 347 euros queden libres de impuestos y quienes tengan que desplazarse para su trabajo 21 kilómetros o más deduzcan de sus impuestos 38 céntimos por kilómetro recorrido cada año.
Luego, el Ejecutivo del canciller Olaf Scholz decidió una bajada del impuesto sobre la energía durante tres meses para abaratar la gasolina y el gasóleo. Además, los contribuyentes recibirán una ayuda única de 300 euros y las familias recibirán una bonificación de 100 euros por hijo.
Pero parece no ser suficiente. Actualmente el litro de gasolina cuesta en Alemania un promedio de 2,09 euros y el litro de diésel, 2,16 euros lo que presenta un aumento del 19 por ciento y del 29 por ciento desde el comienzo de la guerra.
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