Si bien en los últimos sondeos el jefe de Estado ha caído varios puntos en las intenciones de voto para la primera vuelta del 10 de abril -de llegar en marzo a un 33 por ciento a situarse en las más recientes con un 27- sigue como el candidato a derrotar en unos comicios con casi 49 millones de ciudadanos convocados y el balotaje previsto el 24 de abril.
El escenario más probable, según los estudios de opinión, es la repetición del duelo del 2017 en la ronda decisiva entre Macron y la representante de la extrema derecha Marine Le Pen, ganado entonces por el líder de La República en Marcha con el 66 por ciento de los sufragios a su favor.
Francia vivió entonces la formación de un llamado frente republicano para impedir la victoria de la ultraderecha, panorama que podría repetirse, pero esta vez con menos eficacia.
De acuerdo con la encuesta del Instituto Elabe, Macron derrotaría 53-47 a Le Pen en la segunda vuelta, mientras la pesquisa Harris Interactive proyecta un resultado mucho más cerrado para el 24 de abril, 51,5-48,5 igualmente con ventaja para el presidente de la República.
Por su parte, Ipsos-Sopra Steria sugiere la reelección del jefe de Estado con un margen de 54-46, en cualquier caso más estrecho que el alcanzado en 2017.
Respecto a otros candidatos, Macron también saldría con la etiqueta de favorito, incluso con una diferencia superior, ya que sondeos de Harris Interactive le otorgan el 62 por ciento contra la conservadora Valérie Pécresse y el 65 frente al otro ultraderechista en liza, el polémico Éric Zemmour.
El líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, ha ganado notable terreno en las preferencias de los electores, hasta ubicarse tercero con un 16 por ciento de respaldo de cara a la ronda inicial del 10 de abril.
Sin embargo, Harris Interactive e Ipsos-Sopra Steria tampoco lo reflejan con opciones, de ser el representante de la izquierda quien rete a Macron en el balotaje, al mostrarlo con un 42 por ciento de las intenciones de voto en ambos casos.
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