En una operación conjunta con la Dirección de Protección Civil de Níger el pasado fin de semana esas personas, entre las cuales había mujeres y niños, fueron salvados después de tres días sin agua ni comida, dice el reporte de la OIM, entidad intergubernamental fundada en 1951 y asociada a la ONU.
Aunque no existen precisiones sobre la meta de los irregulares, es probable que fuera Libia, país sumergido en el caos desde el derrocamiento en 2011 del gobierno legal por una agresión aérea masiva de la OTAN, donde milicias armadas dominan el contrabando de humanos hacia Europa.
Las personas que pagan crecidas sumas por llegar a costas europeas, por lo general impelidos por el hambre o conflictos armados, emprenden la riesgosa travesía por el Sahara, devenido cementerio de miles de indocumentados de ambos sexos y todas las edades y nacionalidades.
Casi dos años atrás, en abril de 2020, equipos de la OIM rescataron a 250 migrantes irregulares también abocados al fallecimiento tras ser abandonados por los traficantes de personas en la frontera entre Libia y Níger.
La riesgosa travesía por el desierto es solo el comienzo de la aventura pues, una vez llegados a Libia deben abarrotarse en frágiles embarcaciones para atravesar el Mediterráneo oriental muchas de las cuales naufragan y arrastran con ellos a los pasajeros.
Aún vencidos ambos escollos, a los viajeros les espera otro obstáculo, el rechazo en los países a lo cuales logran arribar donde por lo general son confinados en campamentos con pocas esperanzas de ser aceptados. mem/msl