En su texto el jefe de la delegación rusa en las negociaciones sobre temas de seguridad militar y control de armas en Viena, Konstantín Gavrílov, instó a Washington a moderar sus acusaciones contra Moscú y a evitar una provocación con el uso de armas químicas por parte de los ultranacionalistas ucranianos.
De igual forma, solicitó a las autoridades estadounidenses proporcionar toda la información sobre la actividad biológica militar en laboratorios en el territorio de Ucrania.
Ayer, en declaraciones al canal de televisión Rusia 24, Gavrílov advirtió que Ucrania podría optar por liberar productos químicos en zonas pobladas mientras cubre sus posiciones militares y se protege de los ataques de artillería de las Fuerzas Armadas rusas.
“Tememos que el régimen de Kiev, con el apoyo de sus patrocinadores, pueda provocar un escenario tal que, escudándose de la artillería rusa y otros ataques, haga estallar algunas sustancias químicas en las ciudades de la región de Járkov”, comentó.
También la víspera el portavoz del Ministerio de Defensa, Ígor Konashénkov, indicó que los servicios especiales de Ucrania planean volar un almacén de cloro en la ciudad de Pervomaiski, de la región de Járkov, y acusar a Moscú de crear una catástrofe química, según información confirmada.
“En el territorio de la asociación de producción Himprom, los empleados del Servicio de Seguridad de Ucrania minaron un almacén con 120 toneladas de cloro. Se planea volar ese almacén para acusar a Rusia de haber provocado una supuesta catástrofe química que mató a los residentes locales”, aseguró.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar especial en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En un discurso para informar sobre el inicio de la operación, el presidente Vladímir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
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