La ganadora en enero de una primaria popular que atrajo a más de 400 mil personas, pero se retiró en marzo de la contienda por el Palacio del Elíseo por falta de apoyo, precisó que el diputado es el único capaz de evitar que la extrema derecha llegue al balotaje del 24 de abril mediante la figura de Marine Le Pen.
“Ver a la extrema derecha en el poder pareció durante mucho tiempo una idea delirante. Hace cinco años esta hipótesis todavía parecía extravagante, aunque llamaba a la vigilancia. Sin embargo, estamos ante una perspectiva posible en estas elecciones presidenciales”, advirtió.
Todos los sondeos sugieren la reedición de la segunda ronda de los comicios del 2017 entre el mandatario Emmanuel Macron y Le Pen, con un Mélenchon que ganó terreno en las últimas semanas, hasta sugerir un duelo de solo tres políticos, pese a los 12 candidatos en liza en la cita en las urnas que el domingo convocará a casi 49 millones de franceses a la primera vuelta.
De acuerdo Taubira, la izquierda sabe que debe unirse para evitar que las fuerzas progresistas y ecologistas sean eliminadas del balotaje.
Mientras Macron cuenta, según los sondeos, con un 26 por ciento de las intenciones de voto y Le Pen con un 23, el líder de La Francia Insumisa ronda un 17 por ciento, con el potencial de subir si en los dos días restantes logra convencer a indecisos y desencantados, en un país con cerca de un 30 por ciento de abstencionismo proyectado.
La estrategia de Mélenchon de llamar al “voto útil” dentro de la izquierda parece su mejor opción, considerando el potencial de sufragios de candidatos como el ecologista Yannick Jadot (cinco por ciento de apoyo), el dirigente comunista Fabien Roussel (2,5-tres) y la alcaldesa socialista de París, Anne Hidalgo (dos).
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