Según el reporte del Journal du Dimanche, la aerolínea bandera rusa Aeroflot solicitó al fabricante y competidor de la compañía estadounidense Boeing 22 nuevos aparatos, de los cuales solo recibió seis.
Otros dos aviones ya salieron de la cadena de ensamblaje de la sureña ciudad francesa de Toulouse, pero por las sanciones no podrán ser despachados hacia el gigante euroasiático.
Citada por el semanario, Airbus reconoció que no puede enviar las dos aeronaves a Rusia, las cuales se encuentran en el aeródromo de Chateauroux.
La compañía líder de la industria vendió en lo que va de año 140 aviones, 63 de esos artefactos en marzo, menos que los entregados en idéntico período del 2021.
Desde el comienzo del conflicto en Ucrania, a finales de febrero pasado, la Unión Europea ha impuesto cinco paquetes de sanciones a Rusia, que enmarcó su operación militar contra Kiev en la protección de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk frente a las agresiones que enfrentan.
Moscú también acusó a occidente, encabezado por Estados Unidos, de utilizar a Ucrania como punta de lanza del renovado intento de expandir en el este europeo la presencia de la OTAN, una reliquia de la Guerra Fría.
En su publicación, le Journal du Dimanche destacó que en febrero del 2020, Aeroflot recibió el primer A350-900, aeronave dedicada a destinos como Miami, Londres y Tokio por su capacidad de más de 300 pasajeros y motores que aportan un ahorro notable de combustible.
El viernes, la corporación rusa United Aircraft Corporation (UAC) anunció su objetivo de aumentar la producción de aeronaves comerciales MS-21, un birreactor con hasta 165 asientos, aunque su versión MS-21-400 pudiera acoger a 250 viajeros.
De acuerdo con el director general de UAC, Yuri Sliúsar, la empresa prevé igualmente incrementar la producción del Superjet 100, un avión más pequeño, ideal para los vuelos regionales, fabricado por Sukhoi Civil Aircraft Company.
mem/wmr