En comparación, el mandatario tenía 62 por ciento de satisfacción con su trabajo en marzo del pasado año.
Los encuestados le dieron las peores calificaciones (69 por ciento) por su manejo de la inflación, que se disparó en los últimos meses y se refleja en la elevación de los precios de los alimentos y la gasolina, según el sondeo.
La inflación anual alcanzó el 7,9 por ciento en el tercer mes de 2021, la tasa más elevada desde 1982.
Biden también recibió malas notas en lo que respecta a su desempeño de la economía en general. El 63 por ciento de los entrevistados dijo que no está de acuerdo con su desempeño.
El ocupante del Despacho Oval vio igual números rojos en cuanto a inmigración y delincuencia, con solo un 38 y 39 por ciento respectivamente de apoyo.
Las cifras de Biden, que mantienen una tendencia a caer desde el verano a tono con el rastreador de FiveThirtyEight, no pueden llegar en momento más inoportuno.
Algunos analistas estiman que el gobernante no ha prestado suficiente atención a los problemas más importantes de la nación y es un problema porque necesita mejorar su imagen ante la proximidad de las elecciones de mitad de mandato de noviembre.
Esos comicios ya anticipan una posible marea roja (color que identifica a los republicanos) en la Cámara de Representantes, actualmente controlada por los azules (demócratas).
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