Macron, quien ayer consiguió un 27,8 por ciento de los sufragios, viajó a la localidad de Denain, en el departamento de Norte, mientras su rival (23,1) lo hizo al de Yonne, en el arranque de la campaña de cara a la cita en las urnas del 24 de abril, a las que volverán a estar convocados más de 48 millones de electores.
Para ambos políticos, protagonistas del balotaje de hace cinco años en los comicios por el Palacio del Elíseo, el potencial de votos a conquistar es amplio, partiendo de los casi 13 millones de franceses que se abstuvieron, un 26,3 por ciento del padrón, y de los 17 millones que apoyaron a otros candidatos.
En diálogo con habitantes de Denain, el jefe de Estado se mostró conciliador, al afirmar que “para convencer debe completar su proyecto” y hacerlo con un método diferente a la segunda vuelta del 2017, cuando venció a Le Pen con el 66 por ciento del acompañamiento popular.
Quiero convencer a todo el mundo, pero con un método nuevo, insistió el mandatario, quien desde bien temprano se beneficia del rechazo a la extrema derecha, ya que casi todos los otros aspirantes presidenciales le dieron su respaldo, entre ellos el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, tercero la víspera con un 21,9 por ciento.
“Sabemos por quién no votaremos jamás (…). No debemos darle ni un solo voto a Le Pen”, subrayó Mélenchon a sus seguidores en esta capital.
Le Pen atacó en Yonne al presidente con un tema que quita el sueño a los franceses: la pérdida del poder adquisitivo acelerada por el conflicto en Ucrania.
Al respecto, la fundadora de Agrupación Nacional, partido heredero del ultraderechista Frente Nacional creado por su padre, Jean-Marie Le Pen, ofreció medidas urgentes para combatir la inflación.
Asimismo, aseguró que no pretende una salida de Francia de la Unión Europea, aunque sí dejar a un lado el mercado comunitario en materia de electricidad, en aras de bajar los precios sobre la pase de la producción nacional.
Los primeros sondeos divulgados después de los comicios ratificaron el favoritismo de Macron, pero con mucha menor ventaja que hace un lustro.
Según la pesquisa del Instituto Elabe para el canal BFM TV y el semanario L’Express, el líder de La República en Marcha mantendría el cargo con el 52 por ciento de los sufragios a su favor, mientras la diputada y pretendiente al Elíseo por tercera vez obtendría un 48.
Más holgada sería la victoria para Macron en los resultados de la encuesta de Ipsos-Sopra Steria realizada para la cadena Franceinfo y el diario Le Parisien, con el 54 por ciento de las intenciones de voto, similar al margen reflejado en el estudio de opinión de Odoxa-Mascaret.
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