“La Alianza en sí es más bien una herramienta de confrontación. No es una alianza que garantice la paz y la estabilidad. Una mayor expansión de la Alianza no aportará, ciertamente, seguridad adicional al continente europeo”, comentó a la prensa el alto funcionario ruso. Según informó este lunes el periódico The Times, Estocolmo y Helsinki quieren unirse a la OTAN este verano y sus autoridades están trabajando juntas para llegar a un consenso dentro de sus países sobre el tema de su membresía, pero cada Estado tomará la decisión final de forma independiente.
Antes, el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, comentó que la posible entrada al bloque de esas naciones fue uno de los temas más discutidos durante la reunión de los cancilleres de la OTAN, que tuvo lugar en Bruselas los días 6 y 7 de abril.
El diario finlandés Iltalehti confirmó que el país puede decidir solicitar el ingreso en la OTAN en mayo, luego del análisis parlamentario próximo, de acuerdo con un informe que presentará el Gobierno sobre política exterior y de seguridad.
En caso de aprobación de la solicitud, el proceso de admisión de Finlandia en la OTAN podría demorar entre varios meses y un año, indicó su ministro de Relaciones Exteriores, Pekka Haavisto.
El gobernante Partido Socialdemócrata de los Trabajadores de Suecia (SDRPS), por su parte mantiene una discusión interna sobre la posibilidad de que el país sea miembro del bloque euroatlántico.
En días recientes, la primera ministra, Magdalena Andersson, no descartó una revisión de la actitud de su país hacia la política de no alineación y el ingreso a la Alianza.
Aunque defendió en repetidas ocasiones el estado neutral de esa nación, ahora argumentó que “cuando se vuelve a redibujar el mapa de la política de seguridad, debemos volver a analizar y tomar decisiones correspondientes”.
La prohibición de la expansión de la OTAN hacia el este forma parte de las propuestas de garantías de seguridad planteadas por Rusia en los documentos presentados desde mediados de diciembre a Estados Unidos y a la Alianza Atlántica, conversaciones que cesaron con el inicio de la operación militar rusa en Ucrania el pasado 24 de febrero.
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