Cuando pasaron cinco décadas de constante explotación, la 26 de Julio ubicada en la urbe costera, a 70 kilómetros al norte de la capital provincial, en 2018 puso en espera sus máquinas para entrar en un amplio proceso de modernización tecnológica, vital para incrementar la capacidad instalada y la calidad del producto.
La mayor de las Antillas, con amplios planes para mejorar los programas constructivos tanto para el desarrollo del sector del turismo como los planes para mejorar la situación del fondo habitacional, tiene esperanzas cifradas en estas fábricas que potencien y mejoren la vida de la población cubana.
Recientemente Ramiro Valdés, vice primer ministro cubano, evaluó en esa ciudad los resultados de la inversión, que según reporta el portal digital del semanario Adelante, “aún presenta dificultades de baja productividad, y muestra problemas de disponibilidad de equipos de izaje y manejo de cargas, y de asignación de otros recursos” .
Nuevitas es un territorio que sobresale además por los diversos trabajos de mantenimiento en aras de un positivo impacto social y económico, que se ejecutan en el primer semestre del año en la Termoeléctrica 10 de Octubre de la localidad costera.
Para el Ministerio de Energía y Minas, el potencial de la planta de Nuevitas resulta clave en las pretensiones de la Unión Eléctrica Nacional, particularmente en un territorio que enlaza el centro con el oriente de Cuba.
En tanto para el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (Citma) la gestión de la bahía de Nuevitas, espacio crucial para el desarrollo socio-económico del centro-este de Cuba, también figura entre los planes prioritario desde la provincia más extensa del país.
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