Durante un encuentro en esta capital con especialistas de Centro Nacional de Áreas Protegidas (CNAP), el jefe de Planificación, Augusto Martínez explicó que en el sistema están dispersos 733 asentamientos humanos con casi un millón de personas, 650 de estos son comunidades costeras.
En la cita, los expertos coincidieron en que es importante el trabajo con los vecinos de esas zonas, pues de nada vale la teoría, invertir recursos, si primeramente no se concientiza a los actores fundamentales.
Yunaika Álvarez, coordinadora del Grupo de Gestión del Conocimiento del CNAP, puntualizó que el trabajo con las comunidades es parte de las líneas estratégicas, el cual es ejecutado por los administradores y expertos de las áreas protegidas, quienes tienen contacto directo con los ciudadanos.
Este tema es puntual en nuestras proyecciones nacionales e internacionales, de ahí lo importante del diagnóstico y las caracterizaciones de esos asentamientos para conocer sus necesidades, dijo Álvarez.
Otros expertos presentes coincidieron en que es imposible abordar el tema de sostenibilidad, sino se trabaja con las comunidades, pues solo así puede disminuirse las presiones a los ecositemas.
Son los pobladores los más cercanos a la naturaleza, de ahí que se conviertan en las fuerzas motrices para materializar los diversos proyectos ambientalistas, comentaron los especialistas.
También coincidieron en que es necesario las sostenibilidad de las ideas y la metodología, y que todo este caudal de conocimientos trascienda a las generaciones futuras.
La reunión se realiza al cumplirse el 92 aniversario de la declaración de la Sierra Cristal como área protegida, la primera de Cuba.
Dicho sitio es una de las grandes montañas de Cuba, que se alza en el noreste de la provincia de Holguín, en el oriente del país caribeño.
Un Decreto gubernamental de 12 de abril de 1930 le aprobó la categoría de Parque Nacional, entonces en los términos municipales de Mayarí y Sagua de Tánamo, por su reserva forestal, valor de la madera y grado de conservación de los bosques.
El punto culminante de ese macizo resulta el Pico Cristal, con mil 231 metros de altura sobre el nivel del mar, un accidente orográfico que recibe su nombre de los abundantes cuarzos que muestran sus escarpadas laderas en Holguín, a más de 700 kilómetros al este de La Habana.
La región está poblada por bosques y pinares, e incluso representa el único hábitat precolombino de Cuba, y cuenta con una especie singular, el Pinus Caribaea, que puede alcanzar alturas de hasta 30 metros.
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