A través de su cuenta oficial en Twitter, la vicecanciller pidió a Washington “cesar de inmediato sus acusaciones y mentiras”, a propósito de un reciente informe del Departamento de Estado norteamericano.
Estados Unidos “es el principal violador de los derechos humanos de su pueblo y de otras naciones. Los viola de forma sistemática, masiva y flagrante”, escribió la representante gubernamental.
Al respecto, subrayó que las guerras desatadas por la Casa Blanca en el extranjero, las acciones subversivas que promueve y financia en diferentes latitudes y el uso recurrente de sanciones y medidas coercitivas unilaterales “devienen en flagrantes violaciones de los derechos humanos de esos pueblos”.
El informe del Departamento norteamericano divulgado la víspera muestra una supuesta preocupación por lo que ocurre en otros países y hasta incluye una sección dedicada a Cuba, pero obvia problemas internos de Estados Unidos.
Sin embargo, la organización Human Rights Watch documentó a inicios de este año retrocesos en cuanto a las más elementales garantías de los ciudadanos en el territorio norteamericano que incluyen los problemas raciales, la actitud hacia la inmigración, así como la eliminación de normas que protegen el medio ambiente y la salud pública.
Además, Estados Unidos es la única economía avanzada del planeta sin contemplar bajas o vacaciones garantizadas por ley y, según la Confederación Sindical Internacional, es el peor país desarrollado en cuanto a derechos de los trabajadores.
Autoridades de la isla mayor de las Antillas denunciaron el empleo por parte de Washington del tema de los derechos humanos como instrumento utilitario contra países que no se subordinan a sus intereses, en tanto premia a gobiernos con pésimo historial en esa materia.
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