A través de su cuenta oficial en Twitter, señaló que la diplomacia del país caribeño “es heredera y fiel continuadora del ejemplo del canciller, de su ferviente patriotismo e ímpetu en la defensa de la Revolución”.
Roa nació en La Habana el 18 de abril de 1907 y desde 1923 se vinculó al movimiento revolucionario estudiantil que organizó el líder juvenil Julio Antonio Mella.
En 1925 ingresó en la Escuela de Derecho de la Universidad de la Habana y cinco años después fue fundador del Directorio Estudiantil, organización comprometida con el derrocamiento de la dictadura de Gerardo Machado (1925-1933).
Por sus actividades fue exiliado en Estados Unidos, donde creó la Organización Revolucionaria Cubana Antiimperialista, y una vez de regreso en la capital fue profesor titular de la Universidad de La Habana.
El escritor y político desde 1948 fue el director de Cultura del Ministerio de Educación, financió la publicación de importantes libros, subvencionó al Ballet Nacional y echó a andar un movimiento de puestas teatrales, salones de plástica y humorismo.
Tras el triunfo de la Revolución cubana, en enero de 1959, fue nombrado como embajador ante la Organización de los Estados Americanos y con posterioridad ministro de Relaciones Exteriores.
Su larga e intensa actuación al frente de la diplomacia revolucionaria, y sus batallas en la sede de organismos internacionales en defensa de la soberanía de Cuba le hicieron merecer el apelativo de Canciller de la Dignidad.
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