La primera ministra, Mette Frederiksen, detalló que todos los propietarios de viviendas, cuyos sistemas de calefacción funcionan con gas o petróleo, serán informados por escrito para ver si pueden unirse a la nueva red.
Este esquema, llamado de calefacción urbana, está controlado de forma central y funciona en áreas geográficas en las que es más fácil operar con sistemas de combustible alternativos, aseveró la mandataria.
De acuerdo con Frederiksen, el sistema propuesto es más eficiente energéticamente que las calderas domésticas individuales, pero puede ser más caro o técnicamente más difícil de configurar.
Alrededor de 400 mil domicilios daneses utilizan gas natural, en un país de seis millones de personas.
Según el ministro de Clima Dan Jorgensen, más del 50 por ciento de ellos podrán cambiar al nuevo sistema solo para 2028.
Al resto, para los que el cambio no será posible, se les equipará con bombas de calor o usarán gas danés, el llamado «gas verde», manifestó Jorgensen.
En la actualidad, alrededor del 55 por ciento del espacio habitable del país utiliza calefacción urbana, mientras que el 27 por ciento emplea gas natural o petróleo.
La situación con los hidrocarburos en varios países de Europa se agravó posteriormente al estallido de las hostilidades en Ucrania del Este.
Varios países occidentales activaron sanciones contra Moscú después de que reconociera a las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk e iniciara una operación militar especial en Ucrania con el fin de atender la solicitud de ayuda de estas frente a la agresión por parte de Kiev.
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