La decisión este martes del sector privado, tras la eliminación de la norma sobre fondos para subvencionar las de la estatal Petróleos Paraguayos (Petropar), genera muchos cuestionamientos, publica el periódico ABC Color.
Una ola de comentarios críticos siguió al anuncio sobre el alza de precios por el gerente de la institución privada Copetrol, Jorge Cáceres, quien los justificó al recordar que “todas las entidades compran en fechas diferentes y a precios distintos”.
El mercado es muy dinámico y cambiante, añadió el directivo del sector privado, cuya decisión colocó a la defensiva a Petropar, beneficiada por la ley de subsidios eliminada la semana pasada por el Congreso y el Ejecutivo y ahora sin protección financiera.
Cáceres indicó que la política de su firma es “acompañar los precios internacionales” y, al analizar el stock y los precios de la última partida, detectaron mejoras y se sumaron a «la baja de precios asumida por todo el sector privado».
Las nuevas reducciones de precios de las estaciones de servicio del sector fluctúan entre los 150 y 500 guaraníes (0,7 dólares), bajo el argumento de que la rebaja es para poder competir con las plantas de Petropar.
La situación crítica de los combustibles comenzó el 26 de febrero con la disposición oficial de subirlos a causa de la guerra en Ucrania, por segunda ocasión del año y sexta durante los últimos 12 meses.
El desequilibrio con las ventas del carburante aumentó con sucesivas decisiones oficiales de reducir o bajar las tarifas y las consiguientes confrontaciones entre operadores de gasolineras estatales y privadas, estimaron observadores.
Según estos, la propia derogación de la ley de subsidios estatales agravó la crisis y reactivo la oleada de protestas de transportistas iniciada el 14 de marzo contra los altos precios, que este lunes movilizó a la Policía en todo el país.
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