Frente al edificio de la calle Humboldt número 7, a pocos metros del emblemático Malecón de esta capital, se reunieron integrantes de la FEU y dirigentes del gobierno, encabezados por el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo, miembro del buró político del Partido Comunista de Cuba (PCC).
En las palabras centrales del acto, Karla Rodríguez, presidenta de la FEU, expresó que el paso de los años no será suficiente para olvidar los horrores de aquella masacre que fue el desenlace de la cacería desatada por las fuerzas policiales sobre los sobrevivientes de los sucesos del 13 de marzo de 1957.
Recordó que uno tras otro fueron brutalmente asesinados los dirigentes estudiantiles Fructuoso Rodríguez (24 años), Juan Pedro Carbó Serviá (31), José Machado Rodríguez (Machadito) (24) y Joe Westbrook (20).
Sin embargo, dijo Rodríguez, el tirano no pudo calcular que con esas muertes sembraba símbolos revolucionarios, y llamó a las nuevas generaciones de universitarios a conservar la memoria física y el ejemplo moral de todos los mártires de la centenaria FEU.
Según fuentes históricas, los cuatro jóvenes fueron localizados por las fuerzas policiales gracias a una delación y acribillados a balazos apenas transcurrido un mes del ataque al Palacio Presidencial y la emisora Radio Reloj el 13 de marzo de 1957.
Con ambos asaltos dirigidos por el Directorio Revolucionario y liderados por su figura principal, José Antonio Echeverría, los estudiantes buscaban el fin de la dictadura de Fulgencio Batista, quien tras perpetrar un golpe de Estado de 1952 manejaba el país de forma corrupta y represiva.
El homenaje contó además con la declamación de poemas, la interpretación de canciones revolucionarias y la colocación de una ofrenda floral junto a la tarja en memoria de los cuatro mártires, a la entrada del edificio donde se habían refugiado.
Se encontraban además, Jorge Luis Broche, miembro del secretariado del Comité Central del PCC; Luis A. Torres Iribar, primer secretario de esa organización política en La Habana; Aylín Álvarez, primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas; Reynaldo García, gobernador de La Habana, y varios ministros.
Especialmente invitados asistieron también exintegrantes del Directorio Estudiantil, compañeros de los caídos y protagonistas, como ellos, de las luchas contra la tiranía batistiana en el ámbito universitario y la clandestinidad.
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