La muestra recoge parte de su trabajo con la cerámica, y evidencia su excelente dominio del dibujo y la pintura.
Las obras expuestas son el resultado de la historia de vida de Jiménez, representan sus símbolos y una carga visual irracional, aparentemente ingenua, pero con mensajes muy necesarios.
La curadora de la exposición, Beatriz Hernández, confirmó a Prensa Latina que las piezas provocan al público a partir de soportes y técnicas como el modelado en barro, los grabados, la pintura en cerámica y en lienzo.
Son las mujeres la inspiración de la obra de la artista, quien hace toda su creación en la provincia de Camagüey, en el centro de Cuba, desde donde muestra al mundo las series de sus pinturas y esculturas.
Sobre Martha Jiménez, afirmó Eusebio Leal en una ocasión:
«De tal suerte,sus piezas, voluptuosas y místicas, tienen el encanto y la pátina de lo antiguo. Pero más que fruto de un empeño manual, de ellas surge el poderoso reclamo de la inspiración, con ese halo de quien domina el Arte».
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