Entrevistado por Financial Times, Vucic aseguró que Belgrado no tomará partido en la pugna, a pesar de los llamados de la Unión Europea para ponerse del lado de Bruselas en el endurecimiento de las medidas económicas punitivas contra Rusia.
Hablan de elegir un bando, pero tenemos nuestros propios intereses, los de Serbia; fuimos bombardeados en 1999 por 19 países de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) y nos impusieron sanciones, recordó el mandatario serbio.
En su opinión, el país no impondrá restricciones contra nadie, pues no cree en su efectividad, a pesar de la presión ejercida por los países occidentales sobre Serbia.
Vucic enfatizó que Belgrado no tiene alternativa al gas natural de Rusia y recordó que el acuerdo a largo plazo sobre el suministro de hidrocarburos de esa nación finaliza el próximo mes y su Gobierno desea firmar un nuevo contrato a largo plazo.
Antes de diversificar nuestras fuentes de suministro de gas, debemos hacer esto, debemos sobrevivir, debemos vivir, aseveró el mandatario.
Tras un acuerdo entre las dos naciones, el 1 de enero la compañía rusa Gazprom comenzó a suministrar gas a Serbia a través de una nueva ruta.
El gas se transporta desde Rusia a través del gasoducto en alta mar Turkish Stream, para luego, a través del sistema nacional de transmisión de gas de Bulgaria, ingresar a Serbia.
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