«El mundo debería monitorear la aparición de una nueva variante de ese patógeno», reclamó la profesora Sujan Shresta, del Instituto de Inmunología de La Jolla (LJI), de San Diego, California, quien codirigió el estudio.
El Zika se propaga a través de los mosquitos y los síntomas de la infección en adultos suelen ser leves; sin embargo, si infecta a un feto en desarrollo provoca defectos de nacimiento importantes, explicó el texto.
“En áreas donde prevalece, la gran mayoría de las personas ya estuvieron expuestas al Dengue y tienen tanto células T como anticuerpos que reaccionan de forma cruzada”, afirmó Shresta.
Ambos son virus de ARN, lo cual significa que pueden cambiar su genoma, abundó la experta, mientras añadió que cuando hay tantos mosquitos y tantos huéspedes humanos, estos se mueven constantemente de un lado a otro y evolucionan.
Para estudiar el avance acelerado del Zika, el equipo de LJI recreó ciclos de infección que alternaban repetidamente entre células de mosquito y ratones.
Los resultados confirmaron que el virus evoluciona naturalmente a medida que encuentra más huéspedes, le es relativamente fácil adquirir un solo cambio de aminoácido y en consecuencia más copias de sí mismo.
Esta mutación (llamada NS2B I39V/I39T) aumenta la capacidad del Zika para replicarse tanto en ratones como en mosquitos, “suficiente para aumentar la virulencia”, remarcó el autor principal, José Ángel Regla-Nava.
La variante identificada evolucionó hasta el punto en que la inmunidad de protección cruzada de la infección previa por Dengue ya no era efectiva en ratones, apuntó por su parte Shresta.
“Desafortunadamente para nosotros, si esta variante prevalece, es posible que tengamos los mismos problemas en la vida real”, enfatizó la experta.
La LJI aseguró que busca formas de adaptar las vacunas contra el Zika y los tratamientos que contrarresten esta peligrosa mutación.
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