El presidente Bashar al-Assad y la primera dama Asma al-Assad visitaron el orfanato al-Aman en el centro de la capital Damasco, donde compartieron con los niños un Iftar (comida de romper el ayuno del sagrado mes musulmán de Ramadán).
Las cuentas de la presidencia en Instagram y Facebook publicaron imágenes del mandatario y su esposa jugando e intercambiando conversaciones con los menores huérfanos, en una visita poco usual a un lugar público.
Otros orfanatos del país acogieron concursos, bailes, juegos deportivos y actividades educativas y de pintura, así como se ofrecieron regalos a los menores.
El objetivo, según afirma la jefa del equipo Habilidades para la Vida, Saba Wassouf, es hacer felices a los niños con cosas sencillas que les traen alegría y los alejan de la soledad.
No existe una cifra exacta del número de huérfanos en Siria aunque la guerra que enfrenta esta nación desde 2011 hizo que muchos perdieran a sus padres.
De acuerdo con el Ministerio de Asuntos Sociales, los orfanatos en el país albergan al menos 32 mil huérfanos y se les ofrece educación, alojamiento y atención de salud.
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