De acuerdo con las declaraciones de Gerardo Guillén, director de Investigaciones Biomédicas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), el ensayo incluyó mil 41 convalecientes, la mitad de los cuales fue inoculado con la vacuna Abdala y el resto con Mambisa como única dosis de refuerzo.
Actualmente, dijo como parte de su presentación en el Congreso BioHabana 2022, tenemos evaluadas casi todas las muestras y podemos informar que se cumple con el criterio de éxito del ensayo pues el 80 por ciento de los voluntarios ya alcanza los niveles previstos de respuesta.
En resumen, expresó, el 96 por ciento exhibe un nivel alto de protección tras recibir el beneficio del inmunizante.
Asimismo, agregó que en el caso de Mambisa se comprobó la inducción de células de memoria específicas de la mucosa nasal.
Esto permite prever que la vacuna contribuye con una inmunidad esterilizante, es decir, además de impedir la severidad o la sintomatología de la infección, corta la transmisión, uno de los objetivos fundamentales de las vacunas nasales.
Hasta la fecha, afirmó Guillén, existen en el mundo 349 candidatos vacunales en desarrollo, 38 de los cuales ya tienen autorizo de uso de emergencia pero, de estos, solo 13 se administran por la ruta nasal y la mayoría de ellos se encuentran en etapas tempranas de evaluación clínica.
Mambisa, gestada por el CIGB, resulta una combinación de dos proteínas recombinantes: la RBD de la espiga del SARS-CoV-2 y la de nucleocápsida del virus a la hepatitis B.
Cuba aplica desde 2021 la vacuna Abdala, fabricada por esa misma institución, y la primera concebida y producida en Latinoamérica, con una eficacia demostrada del 92,28 por ciento.
El Congreso BioHabana 2022, que sesiona desde el pasado lunes y hasta el próximo viernes 29, reúne delegados e invitados de 51 países en el Palacio de Convenciones de esta capital.
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