Es un grandísimo placer estar aquí, sentenció la súper estrella de la danza mundial, quien pronosticó su presencia en los escenarios de la nación en la venidera edición del Festival Internacional de Ballet de La Habana «Alicia Alonso».
Bolle regresó luego de 17 años a la tierra de la Prima Ballerina Assoluta para compartir con jóvenes profesionales del conjunto danzario que ella fundara y recibir una clase magistral, impartida por el maestro Ernesto Díaz.
Los cubanos son amigables, conocen y aprecian la danza y eso es algo muy bello para un bailarín, afirmó el artista nombrado en 1999 Embajador de Buena Voluntad del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia.
De cumplirse este presagio sería su primera vez en la escena cubana y cumpliría así una promesa que hizo años atrás a Alonso cuando dijo que bailaría la versión del ballet Giselle junto al Ballet Nacional de Cuba en suelo caribeño.
Tengo 47 años apenas cumplidos, pero adoro seguir en la escena. No pienso ahora en la transición, en el momento de retirarme, pero en el futuro quiero llevar adelante un proyecto, enseñar como director artístico de una compañía, comentó.
La danza es lo que me hace feliz, ratificó el intérprete estrella aclamado en los más prestigiosos escenarios como la Ópera de País, el Ballet Bolshoi, The Royal Ballet, Ballet de la Ópera de Viena, Munich, Berlín, entre otros.
Por el momento amo bailar y pretendo hacerlo todo lo posible, explicó Bolle y se refirió a su actuación en septiembre en la Scala de Milán, que será transmitida por la televisión para compartir el espectáculo con ese segmento de público.
El Primer Bailarín del Ballet Teatro Alla Scala destacó la libertad de expresión física que ofrece la danza contemporánea y reconoció el trabajo de prestigiosos coreógrafos y de colegas, algunos cubanos como Carlos Acosta.
La directora del Ballet Nacional de Cuba, Viengsay Valdés, agradeció su visita a la sede del grupo, la cual catalogó de una significación especial, pues reafirma la voluntad de compartir experiencias con íconos internacionales del gremio.
Desde la forma más natural que puede ser una clase de ballet estamos reafirmando esa didáctica y deseo de seguir aprendiendo de los mejores, compartir nuestros saberes, ver cómo se expresa y se desprende en sus personajes, confirmó.
Valdés consideró a Bolle una persona gentil, cariñosa, sencilla y recordó lo cerca que estuvo de bailar junto a él en la Scala de Milán durante una premier de la versión coreográfica del Ballet Don Quijote, de Rudolf Nureyev.
Siempre he seguido su quehacer de cerca pues resulta un gran referente para los bailarines de la actualidad, muchos de los cuales están haciendo realidad en estos momentos un sueño que parecía imposible.
En el currículum de quien fuera el excelso Tadzio del ballet Muerte en Venecia destaca su participación en el cumpleaños de su Majestad la reina Isabel II del Reino Unido en el Palacio de Bukingham y ante el papa Juan Pablo II en la Jornada Mundial de la Juventud de la Ciudad del Vaticano en 2004.
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