En un estimado preliminar, la fuente oficial quedó por debajo de sus proyecciones previas, que situaban un avance económico del 0,3 por ciento en el período de enero a marzo, después de un auge del siete por ciento el año pasado, que pareció dejar atrás el severo impacto de la pandemia de la Covid-19 y de las medidas para enfrentarla.
Sin embargo, la guerra entre Ucrania y Rusia ha complicado el escenario en el viejo continente, y las medidas adoptadas por occidente para tratar de asfixiar a Moscú provocan afectaciones en el espacio europeo.
También el Banco de Francia había vaticinado un crecimiento del PIB en el primer trimestre (0,25 por ciento), aunque ligeramente inferior al trazado por el Insee.
Durante los últimos tres meses, el consumo en los hogares galos bajó de manera considerable, con la inflación como trasfondo.
Según el Instituto, la irrupción de la variante Ómicron del coronavirus SARS-CoV-2 a finales de diciembre impactó el escenario económico, deteriorado aún más con el alza de los precios del combustible por el conflicto en Ucrania.
Más temprano, el Insee registró una inflación del 4,8 por ciento en abril en comparación con idéntico mes del año pasado, tras el incremento del 3,6 en febrero y del 4,5 en marzo.
mem/wmr