A propósito de los festejos por el Día Internacional de la Danza, en la nación caribeña se dio a conocer el reconocimiento que honra la trayectoria de un hombre dedicado a la creación artística y con una destreza bendita para conformar una puesta.
Arrocha suma más de medio siglo a su trabajo en las artes plásticas, enfocado en el diseño de espectáculos para obras de corte dramático, el cine, el cabaret y la danza, en este particular destaca su trabajo junto al coreógrafo Ramiro Guerra.
En su formación recibió cursos en el Teatro Nacional de la Ópera de Praga (1966) y la Ópera y Ballet de Bratislava (1971) que consolidó su trayectoria en la escena cubana, notable en obras para el Conjunto Nacional de Danza Moderna, donde se desempeñó como diseñador jefe y director técnico.
Crónica nupcial, Octeto amoroso, Fruta extraña, Suite campesina, Impromptu negro y Entreacto barroco son algunas de las piezas que llevan su sello, el cual imprimió también en el Ballet Nacional a cargo de los diseños para Giselle y luego para La nueva Odisea y Amazonia.
En su haber atesora más de 80 trabajos para unos 70 coreógrafos de danza moderna o contemporánea por lo que, al decir de la crítica especializada, su nombre forma parte indisoluble de las artes escénicas de Cuba.
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