En un mensaje enviado a Prensa Latina, el exasesor de política exterior del general Omar Torrijos recordó que conoció a Alarcón el 15 de marzo de 1973, en la inauguración aquí del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Entonces, precisó, con menos de 30 años, era el embajador de la isla ante el organismo multilateral y acompañaba al canciller Raúl Roa.
En aquella ocasión, según Yao, la delegación cubana estableció excelentes relaciones con sus pares anfitriones y Roa hizo uno de los discursos más extensos y contundentes que conoce, en el que destacó los principales luchadores por la soberanía panameña y acerca de las controvertidas relaciones con Estados Unidos, desde un enfoque popular.
Ese aporte histórico no se debe olvidar, apuntó el también diplomático y profesor universitario, reconocido por su decisivo papel en las negociaciones que permitieron rescatar el Canal de Panamá, antes bajo administración de Estados Unidos.
“Descansa en paz, Ricardo, arropado por la bandera de Cuba”, finaliza el mensaje de Yao.
Muestras de pesar en sectores políticos e intelectuales despertó este domingo la noticia del deceso de Alarcón, entre ellas del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, que lo catalogó como “gran patriota y brillante diplomático de la Revolución».
Alarcón se desempeñó como ministro de Relaciones Exteriores de la isla de 1992 a 1993, fue embajador ante la ONU, y por 20 años presidió la Asamblea Nacional del Poder Popular de su país.
También su impronta se hizo sentir en las campañas solidarias por la liberación de los cinco antiterroristas cubanos que cumplieron largas y arbitrarias condenas en Estados Unidos.
Además, fue fundador del Partido Comunista de Cuba, y miembro de su Buró Político hasta 2013.
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