La Unión Europea propone incluir en el próximo paquete de sanciones contra Rusia el bloqueo al combustible proveniente de ese país.
Para ello, la CE realiza en esta capital el primer debate a nivel de embajadores, si bien su desarrollo es “complejo” y requiere continuar la negociación técnica, el objetivo es un acuerdo antes de concluir la semana, aseguró Von der Leyen a los medios locales.
Sin embargo, de acuerdo con las declaraciones de la funcionaria europea, la medida despierta preocupación en algunos países del bloque, dependientes de ese recurso.
“Seamos claros, no será fácil”, expresó la funcionaria, al valorar las complicaciones de aplicar unas sanciones que, en cualquier caso, serán progresivas.
Bruselas plantea una transición hasta finales de año, una propuesta que, inicialmente, sería movible, pues depende del consenso de los Estados miembro.
Por su parte, el Gobierno de Hungría adelantó su rechazo al mecanismo.
“Siendo responsables, no podemos apoyar esta versión del paquete de sanciones de Bruselas”, reconoció el ministro de Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, en un vídeo publicado en su cuenta oficial de Facebook.
De acuerdo con el canciller, el plan europeo “destruiría” la seguridad energética de su país, que recibe de Rusia más del 60 por ciento del petróleo de su consumo.
Por otro lado, Eslovaquia sostiene una postura menos enfática, aunque exige un periodo de transición mucho más amplio.
El ministro eslovaco de Economía, Richard Sulik, señaló que la fase de transición debe durar tres años, según declaraciones ante los medios, recogidas por el diario Pravda.
“Dejar de depender del petróleo ruso le costará a Eslovaquia unos 160 millones de euros”, estimó Sulik.
Un período similar de preparación demanda la República Checa.
El primer ministro checo, Petr Fiala, reconoció las objeciones de su Ejecutivo a la aplicación de los nuevos castigos a Rusia y declaró que necesita dos o incluso tres años para construir nuevos oleoductos, según la televisión local.
El embargo afectaría tanto al petróleo transportado por vía marítima como por oleoductos, sea crudo o refinado, aseguró Von der Leyen.
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