Julio Yao Villalaz, analista internacional y diplomático de carrera. Colaborador de Prensa Latina en Panamá
1. Ya el PARLACEN sabe, a través de mi disertación ante el organismo del 20 de abril pasado, que la acción de Rusia estuvo basada en el Artículo 39 y el 51 de la Carta de la ONU que dan derecho a todo Estado a defender su soberanía “en caso de ataque armado o amenaza de agresión y quebrantamientos de la paz”. Esos artículos permitieron a Rusia proteger a las repúblicas populares del Donbass del genocidio perpetrado por los nazis de Ucrania. Sirvieron, además, para desinflar la amenaza de militarizar la frontera Este con Rusia, algo que Moscú denunció por 30 años sin que la ONU hiciera nada, como era su obligación.
Centroamérica y Panamá no tienen mayores o importantes lazos comerciales con Ucrania ni con Rusia, salvo quizás, Nicaragua. Centroamérica tiene mayores urgencias que atender. Estados Unidos prometió miles de millones a la región para mitigar el problema migratorio, y solo han dado menos de cien millones. ¿Qué dará la Unión Europea a Centroamérica para lograr el apoyo a Ucrania y aislar a Rusia? ¿Qué gana Centroamérica que no sea desacreditarse internacionalmente?
2. Cuando Estados Unidos invadió a Panamá y mató a seis mil panameños, amén de decenas de miles de heridos, ¿cómo votó la Unión Europea o la llamada Comunidad Europea ante la resolución condenatoria de la invasión, presentada por Cuba y Nicaragua ante la Asamblea General de la ONU que exigía el retiro de los invasores? De esa comunidad o Unión Europea, solamente España, la tierra de Josep Borrell, votó a favor de la resolución.
La Comunidad Europea o Unión Europea en su mayoría se abstuvo de votar o se ausentó, y en contra votaron Estados Unidos, el Reino Unido, Dinamarca, Israel y Japón, países abyectos que siempre nos han dado contra al pueblo panameño. Por vergüenza no debería añadir que a esta última pandilla se sumó el régimen de ocupación en Panamá encabezado por Guillermo Endara, que aplaudió la invasión y nos entregó maniatados a Washington.
3. En resumen, Josep Borrell no debe tratar a Centroamérica y Panamá, o al PARLACEN, como si fuera una organización subregional bajo la OEA, sino como un conjunto de pueblos que luchan por emanciparse de la tiranía norteamericana: debe tratarnos con RESPETO.
4. Con su usual doble rasero, la Unión Europea apoyó las ilegales invasiones y destrucción de la antigua Yugoslavia, Iraq, Siria, Libia y Afganistán, así como el genocidio en Palestina y Yemen, que ni fueron aprobadas por el Congreso norteamericano ni, mucho menos, por el bendito Consejo de Seguridad de la ONU. Por eso, opino que, si no se para la guerra injusta contra Rusia y China, vamos al precipicio.
¡A construir una nueva ONU!
rmh/jy