Renunciar al petróleo ruso en un plazo tan corto (seis meses) supondría una «bomba atómica» para la economía de nuestro país, afirmó.
Esa nueva iniciativa en discusión crea un problema y no plantea una solución (…) Esto es inaceptable desde el punto de vista húngaro, explicó Orbán a la radio pública Kossuth.
Las palabras del jefe de Gobierno aluden a un nuevo paquete de sanciones que la UE pretende imponer al gigante eslavo tras la operación militar especial que emprendió en Ucrania a petición de los gobiernos de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, bajo asedio de Kiev desde hace ocho años.
Según Orbán, la propuesta de la presidenta de la CE, Ursula Von der Leyen, no tiene en cuenta las diferentes condiciones geográficas de cada país.
Hungría no tiene posibilidad de importar hidrocarburos por mar, y el crudo sólo llega por un oleoducto procedente de Rusia, que envía el 60 por ciento del petróleo y el 85 por ciento del gas que consume.
El plan del ejecutivo comunitario, presentado esta semana por Von der Leyen pasa por una prohibición gradual de las importaciones de petróleo del gigante eslavo en un plazo de seis meses.
La CE propuso conceder a Hungría y Eslovaquia un año más que al resto de las naciones para renunciar a esas importaciones debido a su situación geográfica y a su elevada dependencia del crudo ruso.
Pero Orbán aseguró que el plazo no será suficiente ya que su país debería reformar toda su infraestructura relacionada, lo que se podría tardar mucho tiempo.
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