Esa situación acontece mientras el país abre sus puertas a solicitantes de asilo procedentes de Ucrania, advirtió la organización no gubernamental (ONG).
Según Lefteris Papayannakis, director de GCR, tal postura demuestra el doble rasero de Atenas en este tema, un accionar similar al de la mayoría de los Estados miembros de la Unión Europea (UE).
El Gobierno heleno negó la víspera una vez más que su país practique devoluciones ilegales así como los intentos de vincular la dimisión de Fabrice Leggeri, exdirector de Frontex (Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas), a escándalos por ese proceder.
Los migrantes con pasaporte ucraniano reciben asilo automáticamente al completar un formulario en línea; el proceso es instantáneo para ellos, mientras que al resto les ponen trabas, aseguró Papayannakis a medios de prensa en esta capital.
Por primera vez en la historia se activó para los refugiados de ese país un mecanismo legal que permite otorgar asilos temporales de forma sencilla e inmediata, denunció el director de GCR.
En la UE hay un doble rasero y si hurgamos veremos que la única explicación posible es el racismo, comentó.
Más adelante dijo que mientras los refugiados ucranianos entran sin restricciones a Grecia, otros migrantes que arriban por el mar Egeo o la frontera del río Evros con Turquía se exponen a expulsiones ilegales y en muchos casos violentas.
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