El embajador de Bolivia, Palmiro León Soria, quien tuvo el privilegio de conocer a Alarcón, destacó a Prensa Latina las cualidades del revolucionario, y lo calificó como un agudo intelectual y un patriota de pura cepa.
“Me encantó distinguir también en él al ser humano excepcional, suave, delicado, intenso”, comentó León tras firmar el libro de condolencias abierto en la Embajada de Cuba en esta nación centroamericana.
El diplomático boliviano recordó episodios cuando Alarcón fue embajador ante la Organización de Naciones Unidas, luego asumió como canciller y con posterioridad ocupó la presidencia de la Asamblea Nacional (parlamento) de Cuba.
“Es una pérdida muy sentida para nosotros los latinoamericanos, por eso acompañamos al pueblo cubano en este sentimiento de dolor”, comentó.
Por su parte, el vicepresidente de la Asociación Nacional de Amigos de Cuba en Nicaragua, Alejandro Pineda, aludió a la personalidad de Alarcón como un ser ejemplar y un hombre entregado por completo a la obra de la Revolución cubana.
“Si bien es cierto que sentimos mucho su pérdida, nos deja ese gran legado como revolucionario y amante de las causas justas”, subrayó.
Alarcón se desempeñó como ministro de Relaciones Exteriores de (1992-1993); fue embajador de Cuba ante la Naciones Unidas; y por 20 años presidió el Parlamento de la nación caribeña.
También se le reconoce en Cuba por su lucha constante a favor del regreso de los Cinco antiterroristas cubanos que estuvieron presos en Estados Unidos (1998-2014).
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