“Trabajamos por horarios, paleando, recogiendo escombros. Todavía queda mucho peligro porque hay estructuras que pueden caer”, afirmó a Prensa Latina al referirse a las acciones para atender los efectos de la explosión de gas del pasado viernes.
Reconoció el apoyo en el terreno del grupo especializado del occidental territorio de Artemisa y destacó esas muestras de solidaridad «porque un problema de uno es el problema de todos».
Luego de conocer la noticia del siniestro el 6 de mayo, el equipo de voluntarios de la Cruz Roja provincial fue activado por el Cuerpo de Bomberos y la Dirección de Salud.
Llegaron de todos los municipios, venían de sus casas y de sus trabajos para apoyar las labores que requieren el rescate de las víctimas desaparecidas por el incidente.
La mayoría de los integrantes de la organización presentes en los alrededores del emblemático hotel son jóvenes. Esas mujeres y hombres reciben durante su preparación un adiestramiento que les permite enfrentar situaciones como las que se observan hoy, sin embargo, les impacta y emociona sobremanera.
Garrida reconoció el valor humano y la entrega del equipo que dirige y acotó que la integración de la juventud de una forma sana y altruista es muy necesaria en estos tiempos en los que necesitamos mucho amor entre todos.
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