De acuerdo con la organización que agrupa a miles de británicos amigos de la isla caribeña, las donaciones serán usadas para comprar medicamentos y equipos necesarios para atender a los heridos y apoyar a los familiares de los fallecidos y a los servicios de emergencia.
El 6 de mayo pasado una explosión atribuida a un escape de gas destruyó la mayor parte de la fachada del hotel y dañó varios edificios colindantes, incluida una escuela primaria.
El accidente dejó hasta el momento 44 muertos y cerca de un centenar de heridos, mientras continúa la búsqueda de una persona reportada como desaparecida.
La mayor parte de los fallecidos y lesionados en el siniestro trabajaban en la instalación hotelera, la cual tenía previsto comenzar a recibir clientes esta semana después de permanecer cerrada durante dos años por la pandemia de Covid-19.
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