Mucha luz y un minuto de silencio en toda la nación acompañaron el tributo a los fallecidos en esa emblemática instalación hotelera el 6 de mayo por una explosión de gas.
Los familiares y amigos comprendieron las muestras de solidaridad de hombres y mujeres que hicieron suyos el dolor incurable.
Allí estuvo el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel acompañado por las principales autoridades del Partido Comunista y el gobierno cubano, confirmando la idea de que Cuba no deja a nadie desamparado.
Entre los presentes, una joven precisó que lo sucedido el viernes pasado fue un hecho trágico que sentimos como nuestro.
Trabajadores del policlínio habanero Antonio Guiteras mostraron dolor y tristeza ante los acontecimientos.
Mi vecina era la última víctima que rescataron, confirmó una muchacha de ese grupo, y refirió estar allí porque era lo mínimo que podía hacer por los fallecidos y sus familias.
Otra persona llevaba cinco girasoles entres sus manos. «Estas flores representan a la Virgen de la Caridad del Cobre, a Cuba y es la luz para estas personas que no estarán más».
Emoción y humanidad demostró hoy el pueblo de La Habana a nombre de todo el país que durante seis días estuvo al tanto de las labores de rescate de las personas atrapadas entre los escombros de las áreas del distinguido hotel.
jha/yaa