La capitalina Biblioteca Nacional destacó en una nota sus casi cuatro décadas de carrera profesional, durante las cuales intervino en emblemáticos conjuntos nacionales, como la Orquesta Riverside y Los Modernistas, y en otros grupos de la radio, teatros y espectáculos artísticos.
Por su parte, la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem) reverenció su huella en el cancionero popular, a partir de temas como: Vereda Tropical, Sahara, Mambo en España, Redención, Cambia el paso y Hasta mañana vida mía.
La Casa del Alba Cultural resaltó el virtuosismo y perfección en la técnica de Guzmán, fallecido el 30 de julio de 1976 y con una obra prolífica defendida por intérpretes como Esther Borja, Marta Justiniani, Rosita Fornés, Bola de Nieve y Beatriz Márquez.
El relevante compositor comenzó su carrera en el dúo Ideal junto al cantante Floro Acosta; luego integró como pianista Los Románticos Gauchos y en 1941 pasó a la RHC Cadena Azul, donde acompañó al intérprete argentino Alberto Gómez.
Dos años más tarde, dirigió las agrupaciones del Zombie Club, la del cabaret Montmartre, los teatros América, Fausto, Nacional (actualmente Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso) y Campoamor; así como, realizó las orquestaciones para los mexicanos Jorge Negrete y Tito Guízar.
Guzmán lideró, asimismo, el Teatro Musical y estuvo a cargo de Las vacas gordas, de Abelardo Estorino; El apartamento, de Jesús Gregorio; El vergonzoso en Palacio, de Tirso de Molina y Pato Macho, de Ignacio Gutiérrez, entre los años 1968 y 1969.
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