En medio de extremas medidas de seguridad -que incluyen el toque de queda desde anoche en Mogadiscio (la capital)- se lleva a cabo la elección (retrasada desde enero de 2021) en la carpa Aficio, un hangar de la fuerza aérea, adjunto al aeropuerto internacional de Aden-Adde.
Adornada para la ocasión -en colores azul y blanco, y los símbolos del inestable país- el lugar es custodiado por tropas de la Misión de la Unión Africana en Somalia. En el local también están presentes los 36 candidatos, tres se retiraron la víspera.
La ceremonia es transmitida en vivo por la página de Youtube del portal local Somaliguardian.
Los 54 miembros de la Cámara del Senado y los 275 de la Cámara Baja (no se informó aún cuántos están presentes) tienen la responsabilidad de escoger al nuevo mandatario por los próximos cuatro años.
También podrían ratificar a Farmajo, como solicitaron países amigos incluidos los de la Unión Europea (UE), Estados Unidos y la Unión Africana (UA).
Sin embargo, de salir Farmajo sería la primera vez después de cinco comicios en los que nunca se ratificó a un jefe de Estado en ejercicio.
De hecho, muchos de sus críticos le señalan que incumplió la promesa de acabar en dos años (lleva desde 2017) con el grupo extremista Al Shabab, que casi actúa con total libertad en zonas del centro y sur de la nación. Incluso, no recuperó ni uno de los territorios ocupados por la organización terrorista, que profundizó en los meses pasados sus ataques en esta capital.
Además se le señala cierta predilección por actitudes dictatoriales y vivió en conflicto con las autoridades de diversos estados y con el primer ministro Abdallah Hamdok, con quien estuvo en las antípodas.
Completan la triada con posibilidades el expresidente Hassan Sheikh Mohamud (el antecesor a Farmajo) y el presidente del estado regional de Puntlandia, Saeed Abdullahi Deni. Pero nada parece escrito.
Tampoco ningún exmandatario volvió al cargo y de Deni se criticó su compromiso ambiguo de luchar por la estabilidad económica y política, algo muy necesario en un Estado inestable por más de tres décadas.
La mayoría de los 36 presidenciables son prácticamente desconocidos en la política local.
Del total solo una es mujer: Fawzia Yusuf Haji Adam, quien no es desconocida pero no parece que avanzará a una prevista segunda ronda si ninguno alcanza la mitad más uno de los 329 posibles votos.
Incluso podrían producirse alianzas de última hora y no se descartan hasta el pago de sobornos monetarios o la promesa de cargo.
Más allá de quien sea el escogido, el nuevo jefe de Estado deberá tratar de atajar de inmediato el casi libre accionar de al Shabaab y enfrentar la amenaza de sequía que se cierne sobre siete de sus casi 16 millones de habitantes.
Por si fuera poco lo hará en un contexto de exiguos recursos en las arcas estatales de un país sumido en la ingobernabilidad desde que en 1991 derrotaron al ya fallecido presidente Mohamed Siad Barre.
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