En un artículo sobre la cita, prevista para junio en Los Ángeles, California, el periodista Gustavo Veiga, apuntó que las ausencias en el evento serán un golpe a la hegemonía fisurada de Washington, pues los mandatarios Andrés Manuel López Obrador, de México, y Luis Arce, de Bolivia, anunciaron que no asistirán.
Además, muchos otros líderes, entre ellos la presidenta hondureña, Xiomara Castro, y el argentino Alberto Fernández criticaron la postura de la administración de Joe Biden y exigieron la celebración de una cumbre sin exclusiones.
Estados Unidos toma una determinación con la misma lógica que la adoptada por la Organización de Estados Americanos cuando expulsó a Cuba en 1962.
El Departamento de Estado señala en su página oficial algo que no se verifica en la práctica: el declamado carácter abierto y sin restricciones de su convocatoria a la cita, indicó Veiga.
Asimismo, aseguró que la decisión de Washington de no invitar a esas naciones se convirtió en un problema cuyas proporciones no previó la Casa Blanca.
Wahington pretende tratar en la cumbre dos temas importantes: las políticas migratorias y de salud. México tiene demasiado que decir sobre el primero y Cuba demostró sobre el segundo que fue vanguardia mundial durante la pandemia de Covid-19, señaló.
La isla es el único país latino que fabricó sus propias vacunas y envió a sus brigadas médicas a decenas de naciones cuando la pandemia hacia estragos en 2020, añadió.
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