En sencilla y sobria ceremonia en la Embajada de Sri Lanka en La Habana el embajador Lakshitha Pradeep Ratnayake dirigió la plegaria del Vesak, celebración en la que los budistas recuerdan a Siddhartha Gautama, el Buda.
Se considera que Buda nació, alcanzó la iluminación y también falleció, a los 80 años de edad, en sendos días de Vesak que se observa en la jornada de luna llena en mayo.
El embajador Ratnayake recordó que en 1999 la ONU declaró este día como feriado internacional por iniciativa de Sri Lanka, gestión que encabezó el entonces canciller Lakshman Kadirgamar, en funciones de 1994 a 2001 y después de 2004 a 2005 antes de ser asesinado por los Tigres Tamiles.
El budismo se divide en términos generales, en dos ramas: Theravada, que se expandió por India, Sri Lanka y todo el sudeste asiático (incluida Myanmar), y Mahayana, presente más al norte, en países como China, Taiwan y Japón, explicó el embajador a Prensa Latina.
Según fuentes no oficiales, en Cuba que es un mosaico de creencias y cultos hay unos 6.000 seguidores de estas manifestaciones budistas. El grupo más grande de ellos es la Soka Gakkai japonesa que se estima tiene unos 1.000 miembros.
Inmigrantes chinos contratados por España en el siglo XIX que creían en Kwan Kong, el «Buda gordo» introdujeron en la isla la práctica del budismo según los preceptos del Mahayana.
Otros inmigrantes trajeron consigo la creencia en el Buda Gautama (indio), visto como la fuente que dio origen a esta creencia.
La iluminación espiritual es la experiencia de lo divino. Esta se manifiesta en paz, amor, felicidad o sentido de unidad con el universo. Es un esclarecimiento interior.
El budismo es un sistema religioso, filosófico, y discutiblemente psicológico, desarrollado a partir de las enseñanzas difundidas en el norte de la India por Siddharta Gautama, llamado Buda, alrededor del siglo V a.d.C.
Fue en el día de Vesak hace dos mil 500 años, más exactamente en 623 a.d.C., cuando nació Buda. Asimismo, en esta fecha alcanzó la iluminación y también en la que falleció a los 80 años de edad.
Como tal, Buda no es ni un dios, ni un mesías, tampoco un profeta, y el budismo no postula sobre un creador.
Se caracteriza por creer en la reencarnación y por aspirar a alcanzar el Nirvana (estado supremo de felicidad) a través de una vida de quietud, contemplación, austeridad y disciplina moral.
mh