En una conversación telefónica, propuesta de la parte italiana, Putin dijo que Moscú está dispuesto a aportar una importante contribución para la superación de la crisis alimentaria mediante la exportación de cereales y fertilizantes, en caso de eliminarse las restricciones por motivos políticos impuestas por Occidente.
Según un comunicado oficial el presidente respondió a acusaciones infundadas sobre los problemas de Rusia en el suministro de productos agrícolas a los mercados mundiales que han impactado en la seguridad alimentaria mundial.
El jefe de Estado señaló que, en tal sentido, las dificultades están relacionadas, entre otras cosas, con los fallos en las cadenas de producción y logística, así como con las políticas financieras de los países occidentales durante la pandemia de la Covid-19.
La situación se agravó debido a las restricciones antirrusas impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, señaló.
Durante la conversación, ambos gobernantes debatieron sobre el conflicto en Ucrania, intercambio en el que Putin se refirió al establecimiento de una vida pacífica en las ciudades liberadas de las fuerzas de ese país en la región de Donbass y advirtió sobre el congelamiento de las negociaciones bilaterales por iniciativa de Kiev.
El presidente ofreció detalles sobre las medidas aplicadas para garantizar la seguridad de la navegación, incluida la apertura diaria de corredores humanitarios para que las embarcaciones civiles salgan de los puertos de los de mares de Azov y Negro, frente a los obstáculos impuestos por las autoridades ucranianas.
En otra parte del diálogo, Putin aseguró a Draghi que Moscú tiene intención de mantener el suministro ininterrumpido de gas a ese país europeo a los precios fijados en los contratos.
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