Camagüey, que cuenta con una docena de reservorios dedicados al abasto de más de 730 mil personas, tiene ahora en los mismos «163.4 millones de metros cúbicos para una ocupación hídrica del 48.3 por ciento de sus capacidades y los destinados a los planes económicos contienen 384.99 millones para un llenado del 32.1 por ciento», refleja en su página web el semanario Adelante.
La publicación asegura que las lluvias de las últimas semanas “beneficiaron los niveles de las presas de abasto, muy deprimidos por el período seco que afecta a varias regiones del país, incluida esta provincia, que hoy posee una cobertura total de servicio para unos 1 204 días”.
Datos ofrecidos por Leonardo Soto , delegado del INRH en Camagüey, corroboran que existe “garantía de agua de más de 412 días para la ciudad de Nuevitas al norte de la capital provincial, dado los volúmenes disponibles y posibles nuevos escurrimientos del hidrorregulador Las Flores, entre otras fuentes”, sentenció Soto.
El vital líquido resulta crucial para la producción de alimentos, uno de los puntos medulares de la estrategia de desarrollo del actual gobierno de Cuba, por tal motivo y ante la sequía hasta el mes de abril se adoptaron medidas para mantener el suministro estable al sector estatal y residencial, con una atención priorizada a la zafra azucarera e instituciones destinadas estas labores.
Con más de 16 mil kilómetros cuadrados, Camagüey a pesar de contar con una docena de reservorios destinados al abasto de agua a la población, solo dos de ellos superaban hasta mediados de mayo la mitad de toda su capacidad de embalse, particularmente las presas Máximo y Caonao, responsables del ingreso de agua a la ciudad capital.
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